¿Por qué el control de la calidad del agua y la concentración de oxígeno es clave en la acuicultura?
El control de la calidad del agua y el monitoreo de la concentración de oxígeno son pilares fundamentales para el éxito en la acuicultura, donde unas condiciones ambientales adecuadas determinan la salud y el rendimiento de la cría de peces.
La supervisión constante de parámetros como el nivel de oxígeno disuelto y la temperatura permite detectar rápidamente cualquier desviación que pueda afectar negativamente a los peces.
Mantener una concentración óptima de oxígeno es esencial, ya que los peces respiran oxígeno disuelto en el agua; su escasez provoca estrés, disminución de la inmunidad e incluso la muerte.
Además, el registro de datos permite analizar y gestionar con precisión las condiciones de cultivo, lo que se traduce en una mayor calidad y seguridad de los peces.